viernes, 22 de mayo de 2009

Relaciones sanas y no malsanas


Existen las relaciones sanas, aunque sean pocas. Esas en las que lo que dice, piensa o siente el otro se tiene en cuenta e importa. En esas relaciones cobra inmensa importancia lo que quiere hacer el otro, cómo se siente y sus necesidades y no se fuerza a hacer al otro lo que no desea. Cada uno busca su felicidad haciendo por sí mismo lo que le hace feliz y complaciendo al otro haciéndose partícipe de sus ilusiones, no desmereciéndolas sistemáticamente.

Me piden algo, lo hago porque quiero y si no quiero no lo hago y digo que NO. Y se repeta. No termina haciéndo uno lo que no quería. No se siente uno obligado ni forzado, ni se siente uno culpable mientras hace lo que el otro impuso.

Ser uno mismo. No la figura moldeable que el otro quiere que sea. Cuando dices no, es NO. Y si no se respeta es que no te quieren. Pero no te quieren porque no pueden querer. El problema no está en tí. El problema reside en quien no te respeta. "Quien no te respeta no te ama".

Si tomaras conciencia de lo grande y brillante que eres, de la buena persona que tienes en tu interior, serías capaz de quererte a tí mismo como mereces y no dejarías que te ridiculizaran, que te menospreciaran y que invadieran tu ser.

¿Qué poder tiene esa persona que te desprecia?. ¿Hijos, casa?. A los hijos los perdiste ya. Aunque todavía no tomes conciencia de ello (os enfrentará). Quizás tengas que recorrer el camino para saberlo. Pero recorrer el camino implica perder tu ser interior y trasnsformarte en lo que no eres. Quizá la casa la mantengas, pero ¿a qué precio?. Pagarás la hipoteca más cara del mundo. Con la transformación de tu persona en un ser similar al que aguantas.

No te mientas a tí mismo y toma conciencia de lo que tienes delante. El no querer saber, sólo implica desventaja y no poder decidir. Quien tiene la información tiene el poder de decisión. Los problemas no desaparecen escondiendo la cabeza y no queriendo saber. Aplícalo a otras cosas ¿qué ocurre si no enfrentas los problemas?. ¿Desaparecen o se hacen mayores?.

¡Tú decides!. Por ahora.