jueves, 7 de mayo de 2009

El futuro de las víctimas de psicópatas


A las víctimas de psicópatas nos espera el futuro que nos merecemos. Siempre y cuando no nos engañemos a nosotros mismos y tomemos conciencia del valor que tiene nuestra vida.

No debemos nada a los psicópatas. Y lo que ellos nos adeudan no tiene precio. El daño que producen a las víctimas es enorme.

A los padres psicópatas no les debemos ni vestimenta ni alimento, ni tan siquiera estudios, porque eso lo ofrecen ya las cárceles. A las víctimas nos han arrebatado la posibilidad de crecer como seres humanos irrepetibles y nos han creado una cárcel con barrotes invisibles. Todas nuestras ilusiones han sido desmerecidas, todas las alegrías las transformaron los psicópatas en tristezas, todas nuestras decisiones fueron despreciadas. Fuimos manipulados sin información en una lucha desigual.

Vivir con un psicópata no es vivir. Es subsistir como un vegetal. El individuo no tiene identidad propia y la dignidad es aplastada una y otra vez.

Pero no debemos dejarnos abatir. Se puede comenzar una nueva vida, habrá quienes nos merezcan. Encontrar personas que no sean psicópatas es difícil, pero no imposible y otra forma de verlo es: "más vale solo que mal acompañado".